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Ni el angel de la guarda puede con ellos

Ángel de la Guarda, dulce compañía,
No me desampares, ni de noche ni de día,
hasta que me pongas en paz y alegría
con todos los santos, Jesús, José y María.

 

Ese no es el rezo al ángel de la guarda que sí protege, pero de niño me tocó que la catequista nos enseñó a rezar e ir a la iglesia regalandonos dulces de café, rompope y cacahuate. Seguramente en este espacio, se contarán historias acerca del autor y la fe como se fue perdiendo y cómo instiga a otros a dejarla atrás. Además de las consecuencias que de ello ha pasado. Pero no es hoy el día, el tema es cómo:

La mejor guerrera libró una batalla que estuvo perdida siempre

Allá en el lugar donde los ocotes ya no están, hay varias mafias, es un secreto a voces que todas están conectadas, es como un feudo donde las familias poderosas operan en su propio beneficio. Y esto lleva años, tanto porque el lugar siempre ha sido un pueblo de paso obligado en medio del camino del único par de carreteras que hay en el estado y por su cercanía a la capital. Una base de operaciones perfecta para las personas que se dedican a hacer dinero rápido y de procedencia “no convencional”.

Habitaba una noble anciana (conocida como la señorita F) el lugar donde ya no hay ocotes, a una cuadra del centro, vivía de sus rentas y de un pequeño negocio de velas y decoraciones religiosas, por alguna razón u otra entre herencias y trabajo era dueña de varias propiedades en el centro del lugar y en los alrededores, dado que dedicó su vida a consagrarse a Dios (el del cristianismo) cuentan que no formó una familia así que tenía que ver por sí misma y solo de vez en cuando recibía visitas de sobrinos o hermanos radicados en otros estados.
Una casa grande y bien ubicada en frente del templo es un muy buen lugar para construir locales comerciales, la parte de atrás tiene mucha plusvalía y la propiedad incluía un patio con mucha vegetación, árboles frutales incluidos.

Un día la desgracia ocurrió. Llegaron los señores T, aquellos que entre sus manos se mueve cada delincuente del lugar, desde los que roban tinacos y tanques de gas para pagar sus cervezas, los narcomenudistas que envenenan las cabezas de la juventud, los que trafican “la mercancía”, los mafiosos de las inmobiliarias y también quienes asaltan vehículos de carga pesada. Esos señores pusieron sus ojos en las propiedades.

Un día así como así arribaron a su casa, le pidieron amablemente que firmara los documentos que decían que sus propiedades de la señorita F pasaban a ser propiedad de las inmobiliarias de los señores T, a cambio de un gracias o se muere. Ella por supuesto se negó, así que procedieron a utilizar sus estrategias de convencimiento. Un par de matones malencarados cuidaban la puerta de su casa, cuentan los vecinos que los llantos y gritos se escuchaban frente al templo, sin que la autoridad, los vecinos y amigos de la dama pudieran hacer algo para ayudarla…

Ángel de la guardia, mi dulce compañía,
-Firme el papel y la dejamos ir en paz.
No me desampares ni de noche ni de día,
-¿Lo va a firmar o no, nadie la puede ayudar, qué son sus terrenos y su casa, para qué las quiere si ni familia tiene?
Guíame de día, guárdame de noche,
-¿No va a firmar? De todos modos nosotros podemos hacer las escrituras sin problema.
Velame durmiendo, los tres clavos y la cruz que vayan delante de mí
-Le convenía solo darnos lo que le pedimos y regresarse con su familia a México, ¿por qué es usted tan necia?
Por el señor que murió en ella hablé y responda por mí
-Le íbamos a pagar, ¿entiende?, además ¿por qué quiere esta casa?, mejor nos la hubiera vendido bien de todos modos usted ya está vieja ya no la necesita.
Y aplaque los corazones que están en contra de mí,
-Así está bien, con que la firma se parezca, ahora sí ya puede ir a saludar a Dios usted misma.
Oh lágrimas de María por mi culpa derramadas,
-Súbanle la anestesia
Aquella sangre regada ampárame noche y día.

Y así unos días después de que la mafia llegara a su casa y la casa dejara de ser de ella, hubo un humilde sepelio, donde los dolientes eran conocidos individuos que rayan entre la indigencia, el escuadrón de la muerte (alcohólicos crónicos para quien no entienda la jerga local) y un viejito también sin familia que hace mandados en el mercado. Unos samaritanos vestidos de traje, con negocios prósperos se encargaron de todo el papeleo.

Todo mundo sabe o imagina qué pasó, pero el terror que los señores provocan no dejaron actuar al pueblo bueno, ni a la autoridad municipal, no hubo denuncia, no habrá jamás justicia ni condena, el evento en el olvido ha quedado.

Ella fue la única catequista que me hizo aprenderme oraciones y rezos a punta de dulces e historias, no con amenazas de irme al infierno o que Dios castiga a quienes no siguen sus enseñanzas. Ahora su casa se ha vuelto un montón de negocios, y se cuenta que los señores T se adueñaron a partes iguales del patio, tal vez pronto haya una nueva plaza comercial, tal vez sea una casa de descanso… solo el tiempo lo dirá. Y en el Derry Oaxaqueño donde la violencia se olvida por obra de un ser ancestral podremos ir a comprar ropa o cortarnos el cabello, donde una vez una señora escuchaba música y regalaba naranjas.

El Dios iracundo y destructor, aunque también pasivo y misericordioso, puede matar un pueblo, mandar a sus huestes a hacer genocidio. También sabe mandar a su hijo a sufrir y hacer milagros… aunque también olvida quienes le dedican la vida. Y el ángel de la guarda nada pudo hacer en contra del cáncer que envuelve el país.

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